Jennifer Ornelas, julio 16, 2024 , Loco Áureo nos transportó a un viaje sensorial sin precedentes en Oaxaca. La experiencia inició en los campos de agave, donde pudimos apreciar la belleza y la fuerza de esta planta milenaria. Al tocar las hojas carnosas y sentir la tierra bajo nuestros piesnos conectamos con la esencia misma del tequila.
En Casa Oaxaca, la fiesta continuó con una explosión de sabores. Cada platillo, una obra de arte culinaria, fue maridado a la perfección con Loco Áureo. La vista de los colores vibrantes, el aroma de las especias y la textura de los alimentos crearon una sinfonía para nuestros sentidos. El sonido de las risas y las conversaciones animadas completaba esta experiencia multisensorial.
La música en vivo, con ritmos tradicionales y contemporáneos, envolvió el ambiente con una atmósfera mágica. Cada nota resonaba en nuestro interior, conectándonos con la cultura y las tradiciones de Oaxaca.
Al final de la velada, con la copa de Loco Áureo en la mano, pudimos apreciar la complejidad y la elegancia de este tequila. Cada sorbo era un viaje, un recuerdo que llevaríamos con nosotros por siempre.
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